viernes, 26 de octubre de 2012






 En él, ya no queda nada, o ese es su pequeño y único pensamiento.Pero para mí,no. Es aquel hombre que me saca una sonrisa en los momentos más tristes, aquel que me llevaba por el camino correcto cada día de mi vida y me sigue llevando cada segundo. Aquel que me llevaba al colegio con apenas tres años peinada como nadie antes lo había hecho, aunque no estuviera bien, me encantaba como me quedaba, tan solo por sentir como se deslizaban sus manos sobre mi cabello. Aquel que me llevaba al parque cada tarde de verano por un camino que nunca lograré aprender,nuestro camino, lleno de casas en las que pararse a hablar con cualquier persona que en su interior escondía una larga historia, pero poco tiempo para narrarla. Aquel que me recogía a las cinco de la tarde después de un largo día en el colegio y me llevaba a casa donde me dejaba despidiéndose como hoy lo ha echo, dejando tan solo un tímido beso sobre mi frente, un beso lleno de amor, mientras yo, tan solo me siento protegida. Cada día que lo veo, un sonrisa se apodera de mi rostro y una frase repetitiva retumba en mis oídos: ¿Qué te cuentas? Mientras que entre mis gruesos labios se escapan unas finas palabras: Uno, dos y tres. Hace unos años comenzaría una larga historia sin fin, hoy tan solo: uno, dos y tres. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario